lunes, 1 de abril de 2019

DIARIO DEL VIAJE A LA ANTÁRTIDA ( X X V ).

Día 19 de enero de 1990.

Hoy seguimos navegando por el Drake con la mar de costado, una marejada muy tranquila, con olas largas, que más que marejada parece tendida. El viento no era muy fuerte, pero la temperatura había bajado ostensiblemente y estar un rato fuera, en el alerón, es pasar frío por capricho. Las visitas al Puente por parte de los Científicos eran continuas y se hacían ya habituales, incluyendo las largas estancias de una periodista alemana (venía para hacer un reportaje sobre la Base Española para una revista científica alemana), que por cortesía, se le cedía el asiento del timonel, ya que íbamos con el piloto automático y no necesitábamos ir cogidos a la caña (o timón), por lo que ella estaba encantada y muy cómodamente sentada. Por lo menos no podrá decir que la guardia del Puente es descortés con las damas. 

Con buena mar y rumbo directo a las Shetland, finaliza el día, apreciándose en el radar el pico de la Isla Smith a 80 millas de distancia, con lo que se puede decir (ya con los cálculos hechos y todo esto) que a primeras horas de la mañana, llegaremos a la Bahía Sur de la Isla Livingston.

Día 20 de enero de 1990.
  
Entré de guardia a las 04.00 horas de la mañana con un poco de niebla, que abrió rápidamente, pudiéndose apreciar la Isla Smith por estribor, pero más tarde volvió a cerrar un poco, aunque ya se podía apreciar por la proa Isla Decepción; no quiere decir esto que fuéramos directos hacia allí, sino que era la derrota marcada. Y poco antes de las 08.00 de la mañana, caemos a babor enfilando el rumbo hacia la Bahía Sur de Livingston. A esa hora, ya estaban todos los científicos en el alerón del Puente, preparados con sus cámaras fotográficas disparando sin cesar a cualquier paisaje que fuera digno de su objetivo.

A eso de las 09.30 horas, ya estábamos fondeados y se comenzó con la tarea del arriado de embarcaciones para el traslado de personal y material, así como de los víveres destinados para la Base. Todo esto continuó durante toda la mañana y parte de la tarde. Había que hacerlo rápido para acabar cuanto antes. No queremos sorpresas de última hora. Pero a las 19.00 horas se levantó el fondeo para dirigirnos a Decepción y realizar la misma operación: desembarcar personal y material y reactivar, al mismo tiempo, el Destacamento allí instalado, con lo que comenzaría de hecho la Segunda Fase de esta Campaña.
Los Fuelles de Neptuno en Isla Decepción.

Al llegar a Decepción vimos que estaba cerrado completamente en niebla, y a no ser que la boca de entrada, Los Fuelles de Neptuno, estuviera despejada, seguramente no se entraría y daríamos la vuelta. Y así ocurrió, dimos vuelta, porque no se veía absolutamente nada y no era aconsejable meterse por un paso tan angosto y de tan poco fondo (el fondo mínimo que hay es de 9 metros y nosotros calamos 6 y un pico); así que dimos vuelta y nos dirigimos de nuevo a la Bahía Sur para fondear allí y pasar la noche, para por la mañana a primera hora, volver a la citada Isla para entrar en ella.

Fondeamos a las 21.30 horas, no sin antes apartar con la proa gran cantidad de hielo que había en la zona de fondeo y a punto de "atropellar" a una foca leopardo que se resistía a abandonar su témpano de hielo. Fondeados y con la mar totalmente en calma, finaliza un día más y comenzará otro, que será uno menos que nos resta para nuestro regreso a España. Y digo esto, porque a partir de ahora, me encargo de ir tachando los días en el calendario y contar los que nos van quedando para nuestro regreso.

Día 21 de enero de 1990.
""En la tarde de ayer, una vez finalizado el desembarco en Livingston de los científicos en transporte para la Base Antártica Española "Juan Carlos I" y dotación del Destacamento de la Agrupación en Livingston, nos dirigimos a Isla Decepción para activar nuestro Destacamento en esta Isla... 

En Livingston, ha embarcado en la Agrupación el vulcanólogo del CSIC  Dr. don Ramón Ortiz Ramis, que ha participado en la Agrupación en anteriores campañas y durante cuatro veranos australes ha permanecido en la Isla estudiando sus estructuras geofísicas. Al fondear en Decepción, se pretende iniciar de inmediato el barqueo del equipo científico del ROA y CSIC, así como el aprovisionamiento del refugio-observatorio sobre un módulo de 10 personas-20 días. 

Durante el día de la fecha y mañana, se pretende efectuar el desembarco y despliegue científico, con la finalidad de comprobar su funcionamiento en la mañana del día 23 de enero y salir a continuación para iniciar hidrografía..."" 

Hoy a las 08.00 horas de la mañana, hemos levado del fondeadero de Livingston y nos hemos dirigido de nuevo a Decepción. Entramos a las 10.00 y a las 11.00 horas estábamos ya fondeados. Inmediatamente se comenzó el barqueo de personal y material para reactivar de nuevo el Destacamento "Gabriel de Castilla". Todo esto fue continuo hasta la hora de la comida, hora en que fuimos invadidos por la niebla y tuvo que ser suspendida toda acción de barqueo hasta que despejara un poco el mal tiempo. Así fue, y a las 15.00 horas se continuó de nuevo con el barqueo, para tierra, de todo el material científico que se trae a bordo para este Destacamento, así como víveres para el personal que se queda en el mismo.

Así se ha continuado durante toda la tarde hasta las 21.00 horas, en que ha vuelto a aparecer la niebla, pero esta vez mucho más intensa, por lo que se ha decidido finalizar con el trabajo y dejar lo que queda para el día de mañana. Estoy de guardia hasta las 24.00 y la única novedad de relevancia que puede ocurrir es que levante la niebla por completo o que caiga una fuerte nevada, porque da pena ver la Isla tal y como está ahora mismo.

¡¡Que diferencia y que diferente a como la vimos la primera vez!!. Toda nevada y blanca como la leche y ahora parece más bien una zona mineral: toda negra -por su estructura de tierra volcánica- y con algún que otro picacho que mantiene sus cimas nevadas, pero que ya son muy pocos. La verdad es que da pena, ver como se ha ido toda la nieve que adornaba en esta Isla y la hacía verdaderamente "antártica". Con estos paisajes que ahora vemos -miremos a donde miremos- entendemos el por qué de su nombre.
Entrando en Isla Decepción
Día 22 de enero de 1990.
""Fondeados en Isla Decepción frente al Destacamento de la Agrupación. Durante el día de ayer, se procedió al desembarco de material con destino al Destacamento. Los barqueos deben continuar durante la mañana, procediéndose al despliegue por la tarde...

Comunicaron de Ushuaia que el GPS (Global Positioning System) destacado solo funcionaba en una frecuencia. Se procederá a dar instrucciones a las 20.00 horas al personal argentino...

Por la tarde, dependiendo de la meteorología, se procederá al despliegue de los equipos sísmicos del CSIC en la zona de Teléfono y Glaciar Negro. Para el despliegue se utilizará una "yamaha" y "zodiac", escoltadas por la "volvo", (son embarcaciones menores nombradas así por nosotros) quedando en reserva en el agua, otra "yamaha". Se fondeará el mareógrafo y desplegará en el refugio la estación meteorológica del Instituto Hidrográfico. A bordo deberán quedar las baterías que la Comisión Hidrográfica juzgue necesarias, incluyendo reservas"".
Al salir de guardia anoche, estaba todo cerrado en niebla y así ha continuado durante toda la noche, abriendo un poco de madrugada, pero quedando un tiempo muy frío y lluvioso. A consecuencia del viento reinante durante el día de ayer y la noche, garreamos un poco, variando el punto de fondeo, por lo que el Comandante decidió enmendarlo y levamos ancla para dar una vuelta casi en redondo, para volver a situarnos en el mismo sitio donde estábamos, ya que aquí, perder el fondeo, puede resultar un poco arriesgado y peligroso. Así que volvimos a fondear, no cogiendo el sitio exacto, por culpa del empuje del viento y teniendo que volver a intentar la maniobra por segunda vez, pero ahora abriendo un poco más el campo de acción de movimiento del barco para preparar mejor la maniobra, como así fue.

Volvimos a quedar fondeados, y a continuación se procedió al arriado de las embarcaciones menores, para continuar con las labores previstas para el día de hoy. Salí de guardia a las 11.00 horas de la mañana, pero seguí en el Puente porque tenía trabajo que hacer en el ordenador, y así estuve hasta las 12.30 horas en que finalicé mi labor. Luego estuve en el Comedor, viendo junto a otros compañeros un vídeo traído desde España por el personal de la Segunda Fase, que recoge todos los reportajes e imágenes más interesantes ocurridos durante el año 1989.

Esto nos vino bien, porque aunque tarde, nos enteramos de noticias acaecidas durante nuestra ausencia de España desde el 19 de octubre. Y más o menos, nos hemos puesto al día, en lo que se refiere a la finalización del año 89. Esperemos que de todo lo que haya ocurrido desde comienzos de año, nos enteremos pronto. Aunque la verdad, es que no sé cómo, porque las próximas estancias en puerto van a ser, para dejar desembarcado a todo el personal de la Expedición y luego, serán los puertos en que hagamos escala, en nuestra ruta hacia España. ¡Qué raro se me hace decir esto: "...nuestra ruta hacia España..."!. pero la verdad es que estamos tan lejos de nuestra Patria, que todo lo que oigamos sobre ella, nos resulta chocante, como si nunca hubiéramos salido de allí, y el estar aquí no fuera verdad; pero resulta que si, que es una realidad tan grande como la vida misma: nada más y nada menos que a ¡¡12.321 kilómetros de distancia!!.

Después de comer, me he ido durante un par de horas, a practicar deporte... el deporte nacional: ¡¡La siesta!!. Aprovechando que entro de guardia de 17.00 a 20.00 horas y después de haber hecho unos trabajos con el ordenador, me he puesto a escribir esta crónica.

De visita por las Bases Antárticas.
Se puede leer mucho durante todo lo que está relatado, que "trabajo mucho con el ordenador". Pero hay que explicar también, que aquí no existe -para nosotros-, ni los sábados, ni los domingos, ni los días de fiesta. Por lo que, siempre que haya algo que hacer, se hace; no a altas horas, pero si a cualquier hora del día, y da lo mismo que sea de máquinas, de cubierta, de Seguridad Interior, de Oficina... no importa, se hace y punto. Lo que pasa es que al montar las guardias en el Puente -donde está el "aparatito"-, pues aprovechan la ocasión de mi guardia para darme algún trabajo o dejarme algo para que no me aburra. Y la verdad es que muchas veces, se te pasa el tiempo de la guardia trabajando, aunque otras veces no resulta agradable el tener que trabajar con la "maquinita" a las 02.00, 03.00, 05.00... de la madrugada. O que después de salir de guardia nocturna, te hagan levantar a los tres cuartos de hora, para hacer cualquier papel, porque entonces si que te han fastidiado el descanso que te has merecido o que te corresponde.

Pero eso ya está arreglado y no hay problemas. 

Y pasamos a otro tema. Esta tarde, ha salido una embarcación con personal de la dotación, hacia el Refugio Argentino para ir de excursión a la "pingüinera"; como casi siempre, me ha tenido que pillar de guardia y no he podido ir, pero ya me tocará alguna vez antes de que nos vayamos de aquí (al menos eso espero). De todas maneras, cuando vuelvan, ya me enteraré de lo que han visto y me contarán que es lo que han visto, aunque prefiero verlo por mis propios ojos y experimentar las sensaciones por mi mismo.

A las 20.00 horas, salí de guardia y bajé a cenar, justo cuando vinieron los excursionistas, y lo que han visto, difiere mucho de lo que era el año pasado -según los que estuvieron aquí en la anterior Campaña, "los veteranos"-. Se metieron por dentro de una caleta que hay donde está la Base Argentina y desde allí y a pie subieron por una colina, para salir al otro lado de la isla que da al mar abierto, y fueron junto a la pingüinera, pero el llegar hasta allí, les costó bastante, porque la escalada no era precisamente un camino de rositas, y quien más y quien menos, se agotó bastante. Eso si, disfrutaron de lo lindo, viendo a los pollos de los pingüinos, ya bastante crecidos, mientras otros no habían salido de sus cascarones, pero no tiene nada que ver. Disfrutaron de lo lindo con los pájaros-bobo y a las 20.00 horas ya estaban de regreso a bordo.

También regresaron los hidrógrafos que llevan toda la tarde levantando puntos geodésicos en varios sitios de la Isla. Y a esa misma hora, más o menos fondeó cerca de nosotros el buque científico de Chile "Capitán Alcázar", que solicitó de nuestro Jefe de Agrupación una reunión de carácter científico, y de lo que hablaron se da por supuesto, porque yo ya no estaba en este mundo, sino en el de los sueños, descansando para estar en forma a las 04.00 horas de la mañana en que me vuelve a tocar la guardia.
En la Base de China y Japón (compartida por ambos países).

lunes, 18 de marzo de 2019

DIARIO DEL VIAJE A LA ANTÁRTIDA ( X X I V ).

SEGUNDA FASE DE LA CAMPAÑA ANTÁRTICA.

"""" DEFINICIÓN DE OBJETIVOS.

La Segunda Fase de la Campaña se encuentra afectada en sus objetivos por el desarrollo de la primera en el sentido de que aunque el tiempo disponible para su ejecución permanece inalterado debe, sin embargo, ejecutar una serie de acciones que se previeron en la Primera Fase y que han quedado pendientes.

Todo lo anterior conduce a un replanteamiento del desarrollo de la Campaña con una definición clara de sus objetivos que deben basarse en los siguientes conceptos y hechos: 
1. El motivo de nuestra presencia en la zona es, exclusivamente, la realización del programa científico y el apoyo logístico a la Ciencia Antártica Española en su sentido más amplio (apoyo, superestructura creada, exploración, transporte...)
2. La meteorología antártica evoluciona normalmente en el mes de febrero hacia condiciones más adversas, lo que impide la recuperación de programas no realizados en fecha anterior. Toda oportunidad que se pierda en la adquisición de una información científica puede conducir a la pérdida definitiva del dato. Siempre que sea posible, debe adquirirse el dato, aunque ello lleve consigo un riesgo calculado para el equipo.
3. La reestructuración de la Campaña ha conducido a que el programa de sísmica por reflexión no tenga continuidad en la Segunda Fase.
4. Los programas que se pretenden realizar, deben constituirse en fases con la finalidad de dejar bloques de información terminados evitando, en lo posible, iniciar fase que no queden finalizadas con la Campaña.
5. Toda actividad antártica depende de una meteorología incierta y rápidamente cambiante. Toda planificación debe considerarse con la mayor flexibilidad y ser reconsiderada según las circunstancias.
6. Gran parte de la actividad científica programada, puede realizarse en paralelo en mar y en tierra, con independencia de los grupos. Los equipos instrumentales y humanos deben desarrollar sus programas con autonomía.

Estudiado los programas previstos, bajo la óptica de los anteriores criterios, se plante la Segunda Fase de la Campaña, en las siguientes líneas de objetivos científicos, técnicos y logísticos:
1. Instalaciones de Apoyo en tierra. Despliegue científico en Livingston - Decepción.
2. Hidrografía en la zona de Livingston.
3. Sismología, magnetismo, gravimetría, sísmica por refracción, sismo-acústica en Decepción. Magnetismo de bote y barco compatible con el punto 2.
4. Geodesia GPS (Ushuaia - Río Grande - Livingston - "Marsh" - "Prat"- Decepción - Walker - Barnard - Lockroy). Geodesia Transit (Linvingston - "Prat" - "Marsh" - Lockroy).
5. Topografía (hojas en Livingston).
6. Sanidad.
7. Buceo (autónomo, "Achilles"). Tomas con red bentónica.
8. Oceanografía (perfiles magnéticos y batimétricos de buque).
9. Prueba y desarrollo de equipos (navegación, adquisición de datos, sismo-acústica, magnetómetros...).
10. Apoyo logístico a la Base Antártica Española "Juan Carlos I" (traslado de científicos con su equipo y provisiones de Segunda Fase).
11. Exploración. Estudio de nuevos asentamientos de España (Zona de Lockroy). 

La mayor parte de los objetivos anteriores son independientes en su realización y al disponerse de los grupos de científicos completos, tal y como se previó para la Segunda Fase, se debe considerar que la eficacia de los resultados es proporcional a las iniciativas que individualmente se tengan en beneficio de la ejecución de los programas concretos.

El Comandante de la Agrupación, en su carácter de Director Científico, recibirá una vez por día las propuestas e información por parte de los responsables de los distintos grupos. Esta información, en el caso de los Destacamentos, será vía radio.

Como norma general, se tratará de que en toda oportunidad, las navegaciones en la zona de trabajo se efectúen con magnetómetro y sondador, adquiriendo el dato en el Sistema de Navegación. En tierra, la actividad científica en Decepción, tendrá como limitación, el hecho de que la Agrupación, en su ausencia, no destacará en la Isla zodiacs.

El medio de mantenimiento serán exclusivamente terrestres y los despliegues con embarcaciones se efectuarán con el apoyo directo del B/O "LAS PALMAS" cuando los programas lo exijan.

Durante la Segunda Fase, se preve la presencia de representantes de los medios de comunicación españoles en la Antártida, con la importante finalidad, de dar a conocer a España lo que es la realidad de su presencia Antártica. La Agrupación colaborará a esta importante labor, tanto a bordo como en sus destacamentos, según las posibilidades de su programación científica.


Día 14 de enero de 1990.

Bueno, pues después de haber estado diez días en Punta Arenas con la reparación de la máquina y tenerla en condiciones óptimas para proseguir la Campaña, hoy empezamos la Segunda Fase de la misma.
Monumento a Hernando de Magallanes, en Punta Arenas (Chile).

Todo aquél que quería ultimar sus comprar o despedirse de las amistades hechas en estos días y en este bonito puerto donde nos han tratado estupendamente bien, aprovechó la mañana para estos menesteres, ya que para después de la comida, estaba prevista la salida a la mar, rumbo a Ushuaia, próximo puerto de recalada antes de iniciar el cruce hacia la Antártida.

Por mi parte, decir que nos juntamos cinco compañeros, para hacer la última comida en tierra, antes de empezar esta nueva singladura, nos hemos juntado: Andrés, Txo, Antonio, Blanco y el que suscribe. Fuimos a comer a "Sotitos", restaurante habitual en nuestras comidas en tierra cuando estamos en Punta Arenas, o en las comidas del personal del "Las Palmas" desde la primera Expedición y nosotros, así como el resto de la dotación, de sobras conocidos en él. Nos tratan no como a clientes habituales, pero si como a clientes especiales, que además les dejamos una buena "pasta gansa". Comimos muy bien, el precio muy asequible, como siempre, y el ambiente excelente. Durante la comida, charlamos de mil y un temas y en una agradable atmósfera de compañerismo.

A la hora prevista, estábamos todos a bordo, y a las 15.00 horas locales, se tocó "preparación del buque para salir a la mar". Todo el personal fue a su sitio correspondiente para tenerlo todo dispuesto. Conforme iba pasando el tiempo, se ve llegar gente a los alrededores del buque para ver la salida y despedirnos. Y es que hemos dejado buenas amistades por aquí. A las 16.00 horas salimos con rumbo a Ushuaia, donde llegaremos mañana por la tarde y en donde embarcarán el resto del personal que forma parte de la Segunda Fase y que llegan en vuelo procedentes de España. Y con esto y rumbo al Canal de Beagle, acaba este pequeño relato de hoy.

Día 15 de enero de 1990. 

""SALUDO A LA SEGUNDA FASE.- Al embarcar en la Agrupación Antártica, deseo saludar individualmente a todos los componentes de la Segunda Fase, tanto de la Agrupación como con destino a la Base Antártica Española "Juan Carlos I". Juntos compartiremos estos días obligados de transporte en el cruce del Drake, y juntos llegaremos a la Antártica para desarrollar los programas de investigación aprobados con la ilusión de aportar, en sus resultados, nuevos valores a la Ciencia Antártica Española. Bienvenidos a bordo de este Buque Oceanográfico de nuestra Armada.""

Hoy comienzo el día de guardia en la caña o timón y navegando a baja velocidad, debido a la angostura del Canal. De momento, se preve la llegada al puerto de Ushuaia por la tarde. Así continuamos la singladura, viendo amanecer muy temprano y al mediodía embarcamos al Práctico Argentino y al Oficial de Enlace, Teniente de Navío don Ricardo Oyarbide, al que conocí en la anterior estancia en este pueblecito argentino, y con quien tengo una pequeña amistad. De hecho se mantiene, pues cuando subió al Puente para presentarse y saludar al Mando, en cuanto me vio vino hacia mi y me saludó muy efusivamente, demostrando la alegría que le daba volver a verme. Hecho que no pasó desapercibido para los Mandos que estaban presentes y que se quedaron boquiabiertos.
La Antártida o Continente Antártico.

Por la tarde entramos en puerto y me tocó de guardia, como me correspondía, menos mal que ya era poco tiempo el que quedaba, pues aunque digo que entramos a la tarde, la hora de atraque fue a las 21.35 horas locales, así que fue una guardia relativamente corta; aparte de que en cuanto se tocó retirada, salió todo el mundo a tierra, quedándonos a bordo, solo los que por turno nos correspondía la guardia.

El Mecánico que vino de Las Palmas de Gran Canaria, desembarcará aquí en Ushuaia y volará de vuelta hacia tierra española después de haber cumplido con su trabajo y haber dejado los motores a punto. Ha disfrutado mucho con este pequeño viaje desde Punta Arenas a Ushuaia, pero se lleva un buen recuerdo por lo bien que se le ha atendido, y por lo que está disfrutando viendo estos magníficos paisajes.

La verdad es que navegar por estos Canales, tiene su atractivo, porque son muy bonitos y esto lo aprecias más, al ir navegando a baja velocidad, por los muchos bajos que puedes encontrar si no conoces a la perfección esta zona, por eso vamos siempre a la voz de lo que ordena el Práctico, que es un verdadero conocedor de estos Canales.

Se puede admirar la gran belleza que tienen las dos márgenes de los Canales, llenos de maleza y arboleda que llegan hasta la misma orilla del mar, y las innumerables cascadas que bajan desde lo alto de la montaña, de los deshielos de los glaciares, embelleciendo aún más, si cabe, toda esta preciosa panorámica.

Día 16 de enero de 1990. 

Hoy es día laborable y en cuanto salí de guardia, me fui a la cama a descansar, pero me tuve que levantar a las 17.00 horas, porque llamaron a todo el personal para cargar víveres, cosa que no fue necesaria, porque se usó la grúa y una red de carga y meterlos hasta la bodega. Así que una vez que estuve levantado, me arreglé para salir a tierra y así aprovechar el momento para cortarme el pelo (que no la barba) que ya me iba haciendo falta, y tomarme una copa por esta localidad, que ya empieza a sernos familiar, al igual que la ciudad de Punta Arenas.

De casualidad, encontré por la calle principal al Teniente de Navío don Ricardo Oyarbide, el Oficial de enlace que conocí en la primera escala, y que es una persona muy educada y amable. Iba con su esposa y su hijo y sin dudarlo, me invitó a tomar una cervezas y charlamos durante un buen rato, sobre todo preguntándome cosas de España y también por la labor que estábamos haciendo en la Antártida.  Después de un buen rato de su agradable compañía, nos despedimos porque se marchaban a su Residencia y yo me volvía para mi barco.

Glacial en el Canal Beagle.

Es curioso como te haces de una amistad, siendo él un Oficial de la Armada y yo, Cabo Primero Veterano Especialista de la Armada Española. Surgió (y esto no lo he contado antes, porque como que no venía al caso, pero ahora si que merece la pena contarlo) el día que llegamos a Ushuaia y yo estaba de guardia. Apareció por el muelle con su hijo, y al llegar al barco y al Marinero que estaba de guardia en el portalón, le preguntó por el Suboficial de Guardia (yo). Me llamaron y me presenté a lo que él también se presentó y cuando me dijo su categoría militar, pensé que venía a ver a algún Oficial del barco. Pero no, me preguntó si había algún problema para que le enseñara el barco. "No, desde luego que no -le contesté-, pero solamente le puedo mostrar todo lo que es la cubierta y el Puente de Mando. No nos está permitido enseñar el interior del buque". Accedió y los paseé por la cubierta, contándole un poco a que estaba destinado cada parte que le mostraba, y luego en el Puente, pues le enseñe el radar, el sitio donde va situado el timonel, el sillón del Comandante, la mesa de derrota.... y nada más, porque no hay nada más que enseñar, es un Puente de Mando muy chico. A pesar de todo, se quedó fascinado por los relatos que le contaba de como se navegaba desde aquí arriba, y parte también de los trabajos científicos que estábamos haciendo en las Islas Shetland del Sur. La avería de la máquina y donde nos tuvimos que refugiar para el intento de reparar la avería... Con todo eso, este hombre estaba maravillado. Y después de un buen rato de charla, me picó la curiosidad y le pregunté por el origen de su apellido... Su padre es de ascendencia vasca y él nació en España, pero siendo muy niño, sus padres emigraron a Argentina, y desde entonces ha vivido aquí.

El hecho de ser militar y concretamente Marino, ha sido porque su padre le inculcó el amor por la mar, y cuando tuvo la edad suficiente, pudo entrar en la Academia de Oficiales de la Armada, en Argentina, y que ahora se encontraba en un periodo de destacamento obligatorio en Ushuaia, pero que espera regresar pronto a Buenos Aires, donde reside toda su familia. Se marchó muy contento y agradecido por las buenas explicaciones que le había dado y por la corrección en el trato. De ahí que cuando subió a bordo, fuera a saludarme tan efusivamente en cuanto me vio y ante la perplejidad del resto de Oficiales de mi barco y también por qué no decirlo, ante mi sonrojo y orgulloso por ello. Pero bueno, me demostró que una buena amistad, es -a veces- más fuerte que las diferencias en las categorías militares. ¡Eso que me gané! ¡Y el respeto de los demás... también!.

Día 17 de enero de 1990. 

""Nos encontramos en Ushuaia, pendientes de las condiciones favorables para el cruce del Pasaje de Drake, una vez hallan llegado todos los expedicionarios. Durante la estancia en Ushuaia se está realizando una colaboración científica de la Agrupación con la Armada Argentina y el Observatorio de la Universidad de La Plata. Esa colaboración pretende la unión Geodésica, con posibilidades geodinámicas entre el Observatorio de Río Grande, la Red de Mareógrafos en Ushuaia y el Centro Científico Argentino localizado en esta ciudad...
Durante el día de la fecha, embarcarán a bordo las provisiones con destino a la Base Antártica "Juan Carlos I". La situación meteorológica actual se encuentra controlada en la zona por una baja presión trasladándose hacia el este, que atravesó la Zona de Cabo de Hornos ayer y por una baja presión que todavía no ha alcanzado la Zona y que se encuentra separada de la anterior por una cuña anticiclónica...
Para el cruce del Drake todo equipaje personal con excepción de los medios personales que considere imprescindible, se estibarán en la bodega, esta acción se considera necesaria dadas las condiciones en que se va efectuar este cruce y en beneficio de la totalidad de los Expedicionarios y Transporte..."" 

Hoy se rumoreaba que saldríamos a la mar, aunque no se sabía con seguridad a que hora, ni siquiera si íbamos a zarpar. Y para prevenir se dio la orden de que todo aquel que saliera a tierra, debería estar a bordo a las 19.00 horas, porque la hora presumible para la partida serían las 20.00 horas.
Detrás de mi, el Glacial "España".
Yo preferí quedarme descansando, porque en cama se estaba muy bien, aparte de que necesitaba recuperar sueño, y no hay nada mejor como que todos se vayan a tierra y te quedes descansando sin ruidos, ni voces altas, ni nada que te moleste cuando estás durmiendo plácidamente. Pero esta tranquilidad me duró justamente el tiempo que estuvieron fuera, pues en cuanto llegaron, se perdió la paz y ese descanso que antes mencionaba; llegaron los portazos, las voces, las discusiones, los cánticos... y claro... ya no me quedó más remedio que levantarme.

En el comedor había buen ambiente y... dos invitados, que pertenecían al buque argentino que se encontraba abarloado a nuestra banda de estribor. Militares que eran ya conocidos por algún miembro de la dotación por haber coincidido la Campaña anterior. Y allí estuvimos charlando de nuestros temas, y el tiempo pasaba hasta que a las 23.40 horas se tocó "preparación del buque para salir a la mar". No hizo falta, porque todo y todos estábamos preparados y listos. Embarcó el Práctico con su ayudante y el Oficial de Enlace, y una vez se comprobó que no hacía falta nada más, salimos a la mar, arrumbando a los Canales en dirección al Cabo de Hornos, para coger de nuevo el Paso del Drake; que según las predicciones meteorológicas se encontraba con buena mar para hacer la travesía en dirección a las Shetland del Sur.

Día 18 de enero de 1990. 

Transcurre la navegación por los Canales, con buena mar y buena luna. Durante todo el día reinó buen ambiente en el Puente de Mando, visitado continuamente por los nuevos miembros de la Expedición Científica con destino a la BAE "Juan Carlos I", y mostrando su curiosidad por cualquier elemento náutico que veían y preguntando para que servía y como se utilizaba (las ansias de conocer y saber de lo que se desconoce).

A las 03.30 horas de la madrugada, desembarcamos al Práctico, su ayudante y al Oficial de Enlace, el Teniente de Navío don Ricardo Oyarbíde (quien me prometió un obsequio a nuestra vuelta a Ushuaia, algo que yo le agradecí emocionado). Después de dejarlos, salimos ya a mar abierto, dispuestos a enfrentarnos con el siempre temido y respetado Paso del Drake, y que por ahora, las tres veces (esta es la tercera vez) que lo cruzamos, estamos encontrando buena mar y vientos tranquilos. Así que nosotros podemos decir que "no es tan fiero el león como lo pintan", aunque a lo mejor, también  es la coincidencia de que cuando nosotros lo hemos atravesado, lo hemos cogido bien.

Con lo que es seguro que vamos a tener buena mar, aunque algo de costado, pero que no nos castigará casi nada. Seguramente cuando lleguemos a la Antártida, si empezaremos a sufrir castigos duros. Bueno, nosotros estamos preparados para eso y para más, así que... ¡¡No hay dolor!!

Una enormidad de iceberg, navegando al garete.





lunes, 11 de marzo de 2019

DIARIO DEL VIAJE A LA ANTÁRTIDA ( X X I I I )

Día 01 de enero de 1990.

Con lo que se supone que serían las 12 campanadas en la Puerta del Sol de MADRID para despedir el Año Viejo, me ha tocado entrar de guardia, es decir, a las 12.00 de la noche y empezar el Año Nuevo trabajando... en la mar.

Comenzar diciendo que la guardia ha transcurrido tranquila (salvo los que estaban de fiesta por el interior del buque) y navegando rumbo a PUNTA ARENAS para la reparación del motor. De nuevo y por segunda vez, nos volvemos a enfrentar al Estrecho de Drake o Mar de Drake, a ver que tal se nos da el cruce de este Estrecho tan malo y con tan mala fama.


A las 04.00 horas he salido de guardia y dispuesto a descansar a gusto, pero todavía había gente celebrando el Año Nuevo y por lo que se veía y oía, se lo estaban pasando muy bien, aunque se veían a algunos "desfilando" para la cama, intentando guardar la verticalidad.


Durante el día, la navegación ha transcurrido normal, aunque se seguía notando la tensión por no haberse podido celebrar la despedida del Año, como nosotros habíamos pensado. Pero en fin, así son las cosas y así hay que tomarlas, aunque nos fastidie. Ahora solo nos queda esperar que poco a poco vayan cambiando a mejor. Así continuamos el día y la navegación; mañana esperamos estar frente al Cabo de Hornos, en la entrada de los Canales de Beagle, después de haber pasado el Mar de Drake, con relativa tranquilidad, respecto de lo que se esperaba de él.


Vista de la Isla Elefante, con la mar llana.

 Día 02 de Enero de 1990.

Hoy continuamos en la misma situación, pero con algo de viento (rachas de 25 y 30 nudos) y la suerte de que no esté muy duro el Paso del Drake, pero de todos modos, el barco se mueve lo que quiere, y eso se nota hasta durmiendo, porque cuando nos levantamos de cama, parece que nos hayan dado una paliza tremenda, de lo molido que le queda a uno el cuerpo, aunque ya en esto tenemos algo de experiencia (recuerdo la bajada que hicimos desde MONTEVIDEO a PUNTA ARENAS); y sin embargo cuando estás despierto, lo soportas mucho mejor y es más llevadera. Esto es lo que hace el navegar tanto y con tan distintos estados de la mar: ¡¡Llegas a soportar lo que no te crees!!

A las 05.00 de la mañana hemos llegado a la entrada de los Canales y hemos recogido a los Prácticos Chilenos que nos han de llevar hasta PUNTA ARENAS, previa escala técnica en Puerto Williams (un pequeño Destacamento Naval Chileno), donde llegamos sobre las 10.00 horas, para que el mando del buque y Expedición cumplimenten al Jefe del Destacamento. Mientras, el resto del personal, salimos en una excursión para conocer algo de este pequeño sitio, que casi se mantiene como hace muchos años; pero el paso de la civilización hace y deja su huella y se les nota un poco adelantados.

Recorrimos distintos sitios -de los pocos que hay- entre ellos, el Museo, donde pudimos ver como eran los primitivos habitantes de esta zona. Auténticos indios. Los indios ONA. Pudimos ver como era su tipo de vida, diversos objetos encontrados como puntas de lanzas, flechas, las canoas en las que viajaban... en fin, restos de como era esto antes de que la primera civilización llegara a estos parajes. La verdad es que fue muy instructivo y bonito, porque nunca piensas en que vas a ver los auténticos restos de los nativos de esta zona tan austral, e incluso todavía vive el último descendiente ONA puro, que es ya una persona muy mayor y se gana la vida haciendo tallas de madera y cosas características de su raza, vendiéndolas a los pocos turistas que de vez en cuando, vienen por aqui.

Visita al pequeño Museo de Puerto Williams.




Después estuvimos en el Centro Comercial, donde solo habían 4 ó 5 tiendas, del mismo tipo que las del "Far West", con sus aceras de madera, verdaderamente se veía muy típico, pero no pudimos hacer ningún tipo de compras porque todas estaban cerradas por balance (?).

A las 13.15 volvimos a bordo, porque a las 14.00 zarpábamos rumbo a PUNTA ARENAS, para llegar y descansar, y así continuamos hasta que llegamos a la altura de USHUAIA, donde nos salió al encuentro una Patrullera Argentina, con la que previamente se había concertado una maniobra de acercamiento para hacerle entrega de un paquete para el Almirante de la Zona del Área Austral, ubicado en USHUAIA; y fue una verdadera demostración ver como el buque -mucho más pequeño que el nuestro- levantaba la proa, de tal manera que parecía que iba a dar la vuelta. El caso es que no había mucha mar, pero si viento y de proa, con lo que el movimiento de la citada Patrullera, parecía de locos y con gran peligro para el personal que se estaba asomando a la cubierta. Por lo peligroso que estaba resultado la maniobra, el mando decidió que se suspendiera la operación y que la entrega se haría a la vuelta, cuando recaláramos de nuevo en su puerto. Y con este hecho, merecedor de ser contado, ya que nos mantuvo en vilo a más de uno mientra duró, finaliza este día.

Día 03 de enero de 1990. 

Hoy continuamos navegando por los Canales y ya nos queda menos para llegar al puerto de Punta Arenas. Verdad es que estamos deseando pisar puerto y salir para airearnos un poco, que buena falta nos hace, porque desde que salimos el día 27 de noviembre de Ushuaia, no hemos visto civilización alguna y todos la ansíamos, pero no por eso desechamos el tiempo que hemos vivido y pasado en la Antártida.

Con un paisaje totalmente blanco a mis espaldas.
Por la mañana, nos cruzamos con un Remolcador de Altura, de nacionalidad chilena, que llevaba a bordo al insigne científico francés Jacques Ives Cousteau, y por medio del radioteléfono, nos mandó un efusivo saludo y suerte en nuestras próximas navegaciones, lo que fue contestado por nuestro Jefe de Agrupación.

La verdad es, que para mi, personalmente, hubiera sido bonito poder estar cerca de este hombre y saludarle personalmente, pero solo nos hemos cruzado con él, en la mar. Mala suerte, Antonio. Hubiera sido un verdadero y auténtico honor y placer poder compartir con él unos minutos de nuestra vida.

Continuamos la travesía a lo largo de los Canales Fueguinos (también se les conoce así), pensando en que mañana estaremos, ¡¡por fin!!, en puerto.

Día 04 de enero de 1990.

Hoy amaneció el día un poco nublado y con la mar de popa, asi que mejor que mejor, porque de esta manera el viento nos empuja y nos da un poco más de velocidad, o acaso es que nos parece realmente que llevamos más velocidad por las ansias que tenemos por llegar y pisar tierra firme. En fin, lo que sea, pero si es verdad que ibamos más rápidos, por lo que hay que pensar que posiblemente el barco también está deseando llegar y que le curen ese mal que tiene en sus entrañas (léase: en las máquinas) y poder descansar amarrado en un muelle.

Transcurrió el resto de la singladura, normal y viendo ya a la gente vestida de paisano, preparados para saltar a tierra en cuanto se pusiera el portalón. Pero estos eran los científicos de la Expedición (que además algunos se quedaban aqui para el regreso a España, vía aérea), porque nosotros, la dotación, tendremos que estar uniformados hasta el momento en que se autorice la salida de francos a tierra.

Llegamos a puerto, felices y contentos, y allí nos encontramos al "World Discoverer", el buque con el que coincidimos en la salida de la Isla Decepción, y según estábamos atracando, ellos salían de nuevo a la mar, porque para eso es un buque de pasaje y turismo.

Amanecer en el Canal Beagle.
En el muelle nos estaban esperando los científicos que llegaron aqui a bordo del  ARA. "Almirante Irizar", y tambien a nuestro amigo y compañero Antonio "El Electrónico", que al final y a pesar de las predicciones hechas sobre su recogida, ha tenido que pasar la Nochebuena, Navidad y Año Viejo aqui en Punta Arenas, solo y sin nadie con quien celebrar estas fechas tan señaladas para todos nosotros, aunque mirándolo bien, seguro que no lo habrá pasado tan mal como nosotros, pero lo que no ha tenido seguro, es el calor humano que hubiera compartido con los amigos de a bordo. Aunque de una cosa si estamos seguros: No habrá estado solo ni abandonado. Las autoridades militares se encargaron en todo momento de que estuviera arropado y con compañía para que no se sintiera solo en un lugar extraño, aunque lo conociera algo, pero no es lo mismo.

También había un señor que al presentarse, dijo que era el Mecánico Especialista que había venido desde Las Palmas de Gran Canaria, para hacer la reparación del motor. Y esa es otra novedad con la que nos encontramos. Nos hemos quedado sin poder meter el barco en astillero, no había sitio. Asi que la reparación se tendría que hacer atracados en el muelle en el que ahora estamos atracados. Pues este Mécanico, viene de los Astilleros Canarios S.A. (ASTICAN) y ha venido porque es conocedor a la perfección y al mínimo detalle de los dos motores de nuestro barco. Por lo que se había tomado la decisión de hacerle venir hasta aqui y de esa manera no tendríamos que interrumpir la Campaña Antártica.

En cuanto le dieron la bienvenida, se cambió de ropa y se puso manos a la obra con los Mecánicos de a bordo, y asi estará hasta que lo repare, que por boca suya sale..."no hay ningún problema, estaré el tiempo que haga falta para repararlo por completo."

En cuanto se tocó retirada, todo el mundo se cambió, la salida por parte de todos nosotros fué masiva, y poco a poco fuimos desembarcando en grupos para empezar a ver el "ambiente", que estábamos deseándolo respirar desde hacía.... ¡¡ufff!!, ¡¡ni se sabe!!.

Yo salí con los dos Radios: Juan y Abel, lo que casi se ha convertido en práctica en cada puerto que hemos tocado, lo mismo que otros salen y tambien en grupos y son siempre los mismos. Fuimos paseando tranquilos y sin prisas, haciéndonos a la idea de que ya no teníamos el movimiento del buque en nuestro cuerpo, hay que acostumbrarse a caminar derecho, sin tropezones y sin tener que agarrarnos a ningún sitio. Y así lo hicimos, porque como no nos esperaba nadie y no teníamos fijado ningún plan. Pero, lo primero es lo primero y fuimos a cambiar dólares por pesos chilenos (otra moneda más a la que llamamos "pichiqueiros"), y después de esto, a recorrer los pocos sitios que conocíamos de la estancia anterior, así estuvimos en la cafetería "Garogha", que es o debe ser la cafetería más moderna y actual que hay aqui, porque tiene un ambiente tremendo, y siempre está llena, además que hay una variedad de féminas increíble, y claro, después de tanto tiempo sin ver a una mujer, los ojos se nos iban detrás de la primera que pasaba por delante de nosotros.

Allí nos encontramos casi con toda la Agrupación, distribuidos en distintas mesas, pero practicamente se podría decir que teníamos copado el local. Después de estar un buen rato y departir con los compañeros, nos fuimos a otro sitio; ese se llama "Borsalino" y es una especie de sala de fiestas, pero en pequeño. Había ambiente y por lo menos se podía bailar y escuchar música, además de poder tomar unas cuantas copas. Hasta bastante tarde estuvimos, pero nos regresamos al barco, porque no era cuestión de despreciar el anhelado descanso sin notar el barco en movimiento, y sin relevo de guardias. De verdad lo digo: nos hacía falta un buen descanso. Asi que nos volvimos disfrutando del paseo y de la agradable noche que hacía. Mientras íbamos comentando cosas que habíamos ido viendo desde que salimos del barco.

Día 05 de enero de 1990. 

Hoy nos hemos levantado cada uno a la hora que quiso, de los que dormimos a bordo, porque los hubo que llegaron a las 08.00 de la mañana, pero dispuestos a funcionar, y el caso es que hoy no funcionó casi nadie, por la sencilla razón de que no habían tareas que hacer, por lo que nos dieron el día de descanso.

Yo estuve imprimiento unos papeles en el ordenador y luego me dedique a sacar toda la ropa sucia que tenía, al igual que el resto de los compañeros, para aprovechar y llevarla a una lavandería de la calle, ropa de faena, chaquetones, ropa de cama, ropa interior, ropa de paisano... y después de comer, una buena siesta para reponer fuerzas y estar listo para salir por la noche de nuevo, a divertirnos... sin pensar cuando tengo que entrar de guardia, y si me voy a dormir ya o espero un poco más.

Abel y yo fuimos de compras por encargo de nuestro Segundo, los típicos regalos del día de Reyes, porque eso no se podía perder; que menos que en el barco, aparecieran los Reyes Magos, porque yo no se como pensarán muchos, pero de momento sigo creyendo en la magia tan especial que tiene este día. Y aqui, no conocen esta tradición, conocen la de Papá Noel, pero aqui es "El Abuelo Pascuero".

Pues eso, que nos fuimos a la Zona Franca, que es donde está la zona comercial, el área donde su masifican todos los comercios y lugares de expansión y diversión, fuera del ambito de la ciudad en si. Estuvimos mirando y mirando por todos los comercios, para ver que es lo que podríamos comprar pensando en cada uno de los componentes de la dotación; nada en particular, ya que lo que importaba era el detalle, ya que nadie se esperaba que estando en la situación que estamos, con el buque averíado, recién llegados a puerto, "destrozaicos" de cansancio y pensando solo en divertirnos mientras estemos en Punta Arenas.

Impresionante iceberg.
Una vez que tuvimos las compras hechas, nos volvimos al barco, para dejar la carga bien guardada, que no levantara sospechas de ningún tipo y así la sorpresa sería aún mayor. Mañana, que es el Día de los Reyes Magos, se harán los regalos según vaya apareciendo el personal por el Comedor, sin que haya nadie elegido para ello, imaginamos que lo hará el Comandante y el Segundo Comandante, que son los mandos, pero sin disfraces ni pelucas ni barbas postizas, no ha dado tiempo de preparar nada de eso, ni siquiera cuando todavía estábamos en tierra española.

Después de esto, estuvimos en el mismo plan que anoche: tomando unas copas en distintos sitios, alternando con la gente que nos encontrábamos, que casi todos eran compañeros y expedicionarios, y recorriendo los lugares más típicos de la ciudad. Asi estuvimos hasta que nos empezamos a cansar de tanto caminar, y tomamos la decisión de volvernos al barco, además yo estaba de servicio al día siguiente y no quería llegar muy tarde para que por la mañana no se me pegaran las sábanas.

Día 06 de enero de 1990. 

Hoy es dia de fiesta, porque es... ¡¡el Día de los Reyes Magos!!. ¡¡Cuanto me acuerdo de estas dos fechas, disfrutadas en mi barriada cuando aún era un chavalito joven y empecé ejerciendo de paje y después de Rey. ¡¡Que recuerdos tan bonitos!!.

Sin embargo, aqui, en Punta Arenas, lo celebran de manera diferente, porque no tienen la tradición que tenemos nosotros en España. Aqui, como ya he dicho anteriormente, se le conoce por "El día del Abuelo Pascuero". En España, todos los niños -pequeños y no tan pequeños-, se habrán levantado corriendo de la cama con la ilusión de ir corriendo al salón de casa para ver que regalos les han dejado por la noche su Rey favorito: Melchor, Gaspar o Baltasar. Y seguro que todos se habrán llevado su alegría o su pequeño disgusto, porque no le han traido lo que deseaban o pideron, pero a lo mejor si le han dejado otra cosa que también les hacía mucha ilusión.

En el barco... no. En el barco he sido yo el que ha hecho de Melchor, Gaspar y Baltasar (porque asi me lo pidió el Segundo), y según he viendo levantarse al personal y llegar al Comedor para desayunar, les he ido entregando a cada uno su regalito (que no viene al caso contar que ha sido, sino que, lo que realmente cuenta es el detalle de que se viva este día y no perdamos la tradición), y hemos podido ver, que en la cara de cada uno se refleja la sorpresa, alegría e ilusión por el regalo recibido; incluso he ido a la cama de los que todavía estaban durmiendo y les he puesto su regalo al lado de la almohada, y claro, cuando se han despertado se han llevado una agradable sorpresa, pequeña sorpresa al fin y al cabo, pero se trata de eso: de tener un detalle con el que no se cuenta.

Pues aparte de esto, no ha habido mucha celebración. El personal ha seguido desayunando lo que le apetecía, comentando y haciendo chistes sobre el "regalito" de Reyes y después cada cual ha ido saliendo a tierra; cada uno a lo suyo: a comprar, de paseo, a fotografiarse en lugares típicos, a comer, etc., etc.

De todos modos, nos acabamos viendo todos en la cafetería "Garogha", ya que tarde o temprano, nos apetece un poco de compañía y tranquilidad, y mientras te tomas unas copas, pasas un buen rato entretenido, con tus compañeros y también con la gente del lugar.

Aqui solo nos hemos quedado el personal de guardia, y mejor que mejor, porque así no tenemos jaleo en el barco y estamos más tranquilos. Casi todo el personal está en tierra, y el que quede a bordo todavía, estará a punto de salir. En nada de tiempo, nos quedamos a bordo, solo el personal de la guardia.

De esta manera ha transcurrido el día, sin nada notorio que contar. Solo que yo, personalmente, si me he acordado bastante de este día de Reyes (como he comentado al principio de este día), tan distinto a otros que he vivido, que para mí aún es mágico, y aunque en muchos sitios vaya muriendo, sigue teniendo ese encanto tan especial que es muy dificil de explicar, pero que te pone cándido y cariñoso con los que te rodean, y hasta tú mismo te vuelves niño por unos momentos y anhelas ser como los pequeños. Y yo lo siento así, porque lo he vivido desde niño, y porque con el paso del tiempo he llegado a ser Rey Mago durante unos años, y eso te hace ver muchísimas cosas y sobre todo, que es lo más importante, te mantiene viva la llama de la Magia del Día de Reyes.

En esta fecha acabo con los relatos, hasta el día 14 en que volvamos a reanudar la Campaña Científica, con nuevo personal científico que componen lo que es la Segunda Fase de la Expedición Antártica.
No es la Luna, es el sol de noche.