jueves, 10 de marzo de 2011

DIARIO DEL VIAJE A LA ANTÁRTIDA. ( IV )

Dia 20 de octubre de 1989.
Bueno, pues ya estamos rumbo a Cabo Verde, para luego coger rumbo directo a Salvador de Bahía (Brasil).

Llevamos buen viento de popa y una marejada, también de popa, por lo que vamos bastante cómodos, porque la mar no está empujando y nos lleva sobre el movimiento de sus olas, asi que no notamos tanto movimiento. Por la mañana, alguno de los "repetidores" ha ido a ver al Comandante para pedirle que autorizara una vestimenta más cómoda para paliar un poco el efecto de las altas temperaturas y para no ajar en demasía la poca ropa que llevaba cada miembro. Accedió porque además sabía que en la Campaña anterior, ya había estado autorizado. A media mañana nos hemos puesto ropa más cómoda que la del uniforme porque son muchos días de navegación y es bueno ir un poco relajados, pero sin olvidar que somos Marinos.

De guardia en el Puente de Mando
Hemos empezado a maquinar los planes para cuando hagamos el Paso del Ecuador. La verdad es que, todo el mundo tiene ganas y ansias de cooperar en lo que sea. Y a bordo tenemos que ya tiene experiencia en esto, porque son los "supervivientes" de la anterior Campaña, por lo que van a aportar buenas ideas.

Tambien se ha empezado esta mañana con la campaña de vacunación contra la gripe y para que quede constancia de ello, se ha grabado en video, filmado por el Segundo Comandante. A la hora de la comida, hemos tenido la típica "bronca" con el Lubina, que como es normal, intenta defenderse como puede de nuestros "ataques", pero somos muchos en su contra y no tiene más opción que claudicar, hacerse nuestro amigo, que es lo mejor. Pero ¡atención!, a la hora de retirar las bandejas de la comida, las mira todas y al que vea que se deja algo, le hace sentarse de nuevo y acabar con todo, ya que de otra manera, el que forma la "bronca" es él. No "permite" que nadie deje nada de lo que él ha preparado con tanto esmero (ayudado siempre, por su pinche y algún otro más que siempre esta dispuesto a echarle una mano a la hora de confeccionar algún plato).

Nuestro menú de hoy: Ensaladilla rusa, corvina a la plancha con salsa picante y de postre: plátano. De bebida: vino o agua mineral.

También hoy, hemos empezado a colgar al lado de nuestra mascota "La Shoshona" (como dicen los andaluces a "La Chochona", esa muñequita que siempre te toca en alguna tómbola de las distintas ferias que se celebran a lo largo de la geografía española), como digo, hemos empezado a colgar las chapitas de las latas de bebida, lo que significa que cada chapa es un día desde que salimos de San Fernando (Cádiz).

Por la tarde, han comenzado unas clases de inglés a través del video comunitario, más que nada para que sepamos algunas palabras que nos valgan para defendernos cuando visitemos alguna Base Antártica donde el habla predominante sea ese idioma. Después de las clases, una película para que el personal franco tenga un rato de esparcimiento y entretenimiento, igual que hay otros que prefieren echar su partidita de tute, o de mus, o de ajedrez.

Sobre las 19.00 horas, ha comenzado el reparto de llamadas telefónicas, para confeccionar grupos que en dias alternos dispondrán de tres minutos o un poquito más para poder llamar a casa o donde quieran, a través de la radio y el satélite conectando con el Cuartel General de la Armada, en Madrid, por lo que es como si se hiciera una llamada interprovincial o local. Hemos hecho cuatro grupos. Y para ser la primera vez que se llama desde la mar, no ha faltado ningún componente del primer grupo. Está claro, todos quieren hablar con la familia y contarles por donde estamos aproximadamente y que tal lo vamos pasando y todas esas cosas.

Para mañana, hay pruebas de canto para hacer un coro y también empezará el campeonato de juegos de mesa (mus, dominó, tute, parchis, etc.) antes de que crucemos el Eduador. Y con estos proyectos, pensados especialmente para el personal del buque y la diversión en general y acabando el relato de este día, me voy a descansar, navegando con buena mar y buen tiempo. Veremos como amanece mañana.

El ocaso en el Atlántico
Día 21 de octubre de 1989.
Una de estas veces que pasas por el comedor, oyes a alguien que pregunta: "¿Y hoy que tenemos para comer?". Y como dice un dicho de mi tierra y tambien lo menciona el Contramaestre porque lo conoce (este Suboficial es a la vez el encargado de llevar los víveres), cuando se pregunta "que hay de comer", la respuesta es: "¡Pan, pijo y habas!" (que esto lleva su doble sentido... mucho pan, poco de pijo y algo de habas, ¡ea, ya lo he dicho!).

Bueno, veremos como transcurre el día, que por lo menos ha amanecido bueno para la dotación, no así meteorologicamente; amaneció muy gris, con el mismo viento y la misma marejada de popa. Por eso la dotación ha podido descansar bien, porque el movimiento del barco no era molesto como cuando llevas la mar de proa o de través. Ya es un día menos que vamos a contar para la vuelta, pero todavía nos queda mucho camino por recorrer, o mejor dicho, nos queda mucha mar por navegar (pensareis que es un agobio empezar a contar los días que nos faltan para volver, cuando apenas hace unos días que hemos empezado este periplo, pero es lo que sucede cuando te vas fuera de tu lugar de residencia, a veces no cuentas los días que tienes para disfrutar, sino que empiezas a contar los que te faltan para volver... volver de nuevo a la rutina diaria, asi que no lo tengais en cuenta, lo leereis alguna que otra vez más y no es más que un poco de consuelo... disfrazado); por lo pronto ya hemos retrasado en una hora todos los relojes del barco para ir bien con los cambios horarios, que eso si es importante.

"Rompiendo" una ola bien hermosa
Pues hoy se ha conformado los grupos cantores para la fiesta que se está programando para el día del Paso del Ecuador y la verdad es que hay nombres pintorescos, y todos tienen su pequeño significado, tales como "Los Revueltos", "Los Guanches Aplatanaos", "Los Bien-Me-Sabe-Si-Como-Bien", "Os Celtiñas" y "Los Vividores de la Ruta", y aún creo que hay uno por libre pero que no han definido todavía su nombre.

Cada grupo ha elegido su canción, porque para eso hay quien se preocupado de traerse cancioneros en abundancia, y de todo tipo de canciones; vamos, que ha traido para todos los gustos. Con esto se ha creado un clima de excitación ante las letras de las canciones que le ha tocado a cada grupo, y ya discuten por el tono o la gesticulación que se debe hacer cuando se interprete el tema. A mi me ha tocado sacar copia de las canciones elegidas por cada grupo para que todos vayan aprendiéndose el tema, y se confía en que puede salir bastante bien. Por lo menos, ganas y ánimos no faltan, si que hay mucha alegría y mucho entusiasmo. Ya veremos si es así y como sale todo.
Menú del día: Fabada asturiana, pernil de cerdo al horno con salsa naranja, y de postre: plátano. ¡Vaya por Dios!, ¡hoy si que estaba buena la comida!. Nos dejó a todos más que satisfechos.

Por la tarde se continua con las clases de inglés y a continuación una película de video. A la noche, se ha hecho un telediario a bordo (yo no lo he visto, porque estaba ya "planchando orejas" o para que lo entiendan mejor, durmiendo como un bendito), y parece ser que está bien, aunque todavía se tiene que sintonizar bien la cámara de video y preparar la "Edición de Noticias" un poquito mejor -sin ánimos de criticar a nadie, y porque casi todos lo dicen-, vamos, que ha sido una prueba como si fuera una Televisión Autonómica, por lo que habrá que preparar algún tipo de guión y buscarse también algunos corresponsales, para que nos den noticias de los distintos sitios donde éstas se produzcan y que por su interés merezcan ser, pues eso, noticias.

Y entrando de guardia a las 12 de la noche, rumbo a las Islas de Cabo Verde, finaliza el día.

En las guardias nocturnas da gusto estar en el alerón.
Día 22 de octubre de 1989.
Bien, otro día más, hemos seguido el mismo rumbo, camino del Ecuador. A las 04.00 horas salí de guardia y me fui derechito a dormir, porque la "juerga" de 12 a 4 de la mañana me ha dejado "muy cansado". Por la mañana, me ha tocado un buen rato de trabajo acelerado para preparar el "Teleruta Antártica" y a mediodía lo hemos grabado, el Capitán Médico como cámara y el que suscribe, como comentarista de las noticias recibidas (sabía yo que no iban a tardar mucho tiempo en tirarme el anzuelo con una buena carnada, para que picara enseguida). Bien, pues según opiniones variadas, ha estado mejor que el de ayer -no porque lo haga yo, sino porque se han clarificado ideas y otras cosas-, incluso ha habido algún que otro enojo, porque cuando se han dado las noticias deportivas, se ha informado que el Real Madrid ha perdido con el Rayo Vallecano en su propia casa, ¡en el Santiago Bernabéu! ¡por Dios!, y claro, eso ha provocado las iras y malos pensamientos de más de uno contra mi persona, no sé por qué (¿será porque yo soy del Barça...?), pero vamos, que no ha llegado la sangre al río... en este caso... al mar.

Hoy hemos tenido de menú: Potaje de garbanzos con repollo y de segundo, bacalao a la vizcaína, postre: manzana; bebida: vino, agua mineral o refresco. Algo de hambre me ha tocado pasar hoy, porque no me gustaba nada, asi que he tenido que pedir un bocadillo, más el postre y una Coca-Cola.

Por la tarde se ha continuado con el campeonato de juegos. Y en la partido de cominó, mi compañero de juego y yo, hemos eliminado a la del Comandante. Lo sentimos, por él, pero el juego es el juego, y no hay perdón que valga. ¡Queda pa'la próxima y cierro con el pito doble!.

Asi de tranquila y con el sol poniéndose, la vemos muy pocas veces.
Durante la tarde-noche, hemos avistado y cruzado a dos mercantes bastante grandes y hemos probado los dos reflectores que llevamos en Puente Alto, mas que nada, para ver que luz daban y cuanto alcazaba la iluminación, y comprobamos que tienen una potencia extraordinaria, haciendo barridos por delante de la proa del barco, tanto a estribor como a babor. Y sin más nada interesante que contar aqui, seguimos rumbo a Salvador de Bahía (Brasil). Sin más novedad.

Día 24 de octubre de 1989.
Como ya dije ayer, al terminar mi crónica diaria, seguimos con rumbo a Salvador de Bahía, y sin novedad alguna; y aprovechando que la mar se sigue portando bien, se ha seguido desarrollando el campeonato de juegos, y en este turno, me han eliminado a mí, en el juego del parchís. ¡A mi!, ¡con lo bueno que soy jugando a esto!, pues si... me han eliminado a las primeras de cambio. Pero es la ley del juego: el mejor gana y el que pierde... a la calle. Por lo demás, tampoco es para molestarse ni enfadarse, porque somos todos compañeros, ya sean superiores o subordinados, ¿que más da?, el caso es participar y pasarlo bien. Aunque luego discutas con tu compañero, la jugada por la que se perdió o aquella otra en la que podía haber hecho una buena jugada y la cagué... pero siempre con buen tono.

Tengamos en cuenta que va a ser una convivencia larga e intensa, y ni por un momento debemos dejar que los nervios salgan fuera de su sitio, y si es así tenemos que controlarlos como sea, para evitar algún disgusto. Estoy seguro de que nada de eso sucederá.

Nuestro Maestro de cocina, Lubina, nos ha sorprendido hoy con unos canelones muy ricos y lenguado en salsa menier. No ha sido una comida suculenta, pero si hemos quedado muy bien. Asi que esperamos que nos siga sorprendiendo con estos buenos menús y que no perdamos ni el apetito, ni las ganas de comer, ni la amistad, ni los kilos.

Por lo demás, nada. Seguimos haciendo los preparativos para el Paso del Ecuador y esperamos que ese día, por lo menos lo podamos pasar bien en mitad del Océano Atlántico. Hasta mañana.