lunes, 1 de abril de 2019

DIARIO DEL VIAJE A LA ANTÁRTIDA ( X X V ).

Día 19 de enero de 1990.

Hoy seguimos navegando por el Drake con la mar de costado, una marejada muy tranquila, con olas largas, que más que marejada parece tendida. El viento no era muy fuerte, pero la temperatura había bajado ostensiblemente y estar un rato fuera, en el alerón, es pasar frío por capricho. Las visitas al Puente por parte de los Científicos eran continuas y se hacían ya habituales, incluyendo las largas estancias de una periodista alemana (venía para hacer un reportaje sobre la Base Española para una revista científica alemana), que por cortesía, se le cedía el asiento del timonel, ya que íbamos con el piloto automático y no necesitábamos ir cogidos a la caña (o timón), por lo que ella estaba encantada y muy cómodamente sentada. Por lo menos no podrá decir que la guardia del Puente es descortés con las damas. 

Con buena mar y rumbo directo a las Shetland, finaliza el día, apreciándose en el radar el pico de la Isla Smith a 80 millas de distancia, con lo que se puede decir (ya con los cálculos hechos y todo esto) que a primeras horas de la mañana, llegaremos a la Bahía Sur de la Isla Livingston.

Día 20 de enero de 1990.
  
Entré de guardia a las 04.00 horas de la mañana con un poco de niebla, que abrió rápidamente, pudiéndose apreciar la Isla Smith por estribor, pero más tarde volvió a cerrar un poco, aunque ya se podía apreciar por la proa Isla Decepción; no quiere decir esto que fuéramos directos hacia allí, sino que era la derrota marcada. Y poco antes de las 08.00 de la mañana, caemos a babor enfilando el rumbo hacia la Bahía Sur de Livingston. A esa hora, ya estaban todos los científicos en el alerón del Puente, preparados con sus cámaras fotográficas disparando sin cesar a cualquier paisaje que fuera digno de su objetivo.

A eso de las 09.30 horas, ya estábamos fondeados y se comenzó con la tarea del arriado de embarcaciones para el traslado de personal y material, así como de los víveres destinados para la Base. Todo esto continuó durante toda la mañana y parte de la tarde. Había que hacerlo rápido para acabar cuanto antes. No queremos sorpresas de última hora. Pero a las 19.00 horas se levantó el fondeo para dirigirnos a Decepción y realizar la misma operación: desembarcar personal y material y reactivar, al mismo tiempo, el Destacamento allí instalado, con lo que comenzaría de hecho la Segunda Fase de esta Campaña.
Los Fuelles de Neptuno en Isla Decepción.

Al llegar a Decepción vimos que estaba cerrado completamente en niebla, y a no ser que la boca de entrada, Los Fuelles de Neptuno, estuviera despejada, seguramente no se entraría y daríamos la vuelta. Y así ocurrió, dimos vuelta, porque no se veía absolutamente nada y no era aconsejable meterse por un paso tan angosto y de tan poco fondo (el fondo mínimo que hay es de 9 metros y nosotros calamos 6 y un pico); así que dimos vuelta y nos dirigimos de nuevo a la Bahía Sur para fondear allí y pasar la noche, para por la mañana a primera hora, volver a la citada Isla para entrar en ella.

Fondeamos a las 21.30 horas, no sin antes apartar con la proa gran cantidad de hielo que había en la zona de fondeo y a punto de "atropellar" a una foca leopardo que se resistía a abandonar su témpano de hielo. Fondeados y con la mar totalmente en calma, finaliza un día más y comenzará otro, que será uno menos que nos resta para nuestro regreso a España. Y digo esto, porque a partir de ahora, me encargo de ir tachando los días en el calendario y contar los que nos van quedando para nuestro regreso.

Día 21 de enero de 1990.
""En la tarde de ayer, una vez finalizado el desembarco en Livingston de los científicos en transporte para la Base Antártica Española "Juan Carlos I" y dotación del Destacamento de la Agrupación en Livingston, nos dirigimos a Isla Decepción para activar nuestro Destacamento en esta Isla... 

En Livingston, ha embarcado en la Agrupación el vulcanólogo del CSIC  Dr. don Ramón Ortiz Ramis, que ha participado en la Agrupación en anteriores campañas y durante cuatro veranos australes ha permanecido en la Isla estudiando sus estructuras geofísicas. Al fondear en Decepción, se pretende iniciar de inmediato el barqueo del equipo científico del ROA y CSIC, así como el aprovisionamiento del refugio-observatorio sobre un módulo de 10 personas-20 días. 

Durante el día de la fecha y mañana, se pretende efectuar el desembarco y despliegue científico, con la finalidad de comprobar su funcionamiento en la mañana del día 23 de enero y salir a continuación para iniciar hidrografía..."" 

Hoy a las 08.00 horas de la mañana, hemos levado del fondeadero de Livingston y nos hemos dirigido de nuevo a Decepción. Entramos a las 10.00 y a las 11.00 horas estábamos ya fondeados. Inmediatamente se comenzó el barqueo de personal y material para reactivar de nuevo el Destacamento "Gabriel de Castilla". Todo esto fue continuo hasta la hora de la comida, hora en que fuimos invadidos por la niebla y tuvo que ser suspendida toda acción de barqueo hasta que despejara un poco el mal tiempo. Así fue, y a las 15.00 horas se continuó de nuevo con el barqueo, para tierra, de todo el material científico que se trae a bordo para este Destacamento, así como víveres para el personal que se queda en el mismo.

Así se ha continuado durante toda la tarde hasta las 21.00 horas, en que ha vuelto a aparecer la niebla, pero esta vez mucho más intensa, por lo que se ha decidido finalizar con el trabajo y dejar lo que queda para el día de mañana. Estoy de guardia hasta las 24.00 y la única novedad de relevancia que puede ocurrir es que levante la niebla por completo o que caiga una fuerte nevada, porque da pena ver la Isla tal y como está ahora mismo.

¡¡Que diferencia y que diferente a como la vimos la primera vez!!. Toda nevada y blanca como la leche y ahora parece más bien una zona mineral: toda negra -por su estructura de tierra volcánica- y con algún que otro picacho que mantiene sus cimas nevadas, pero que ya son muy pocos. La verdad es que da pena, ver como se ha ido toda la nieve que adornaba en esta Isla y la hacía verdaderamente "antártica". Con estos paisajes que ahora vemos -miremos a donde miremos- entendemos el por qué de su nombre.
Entrando en Isla Decepción
Día 22 de enero de 1990.
""Fondeados en Isla Decepción frente al Destacamento de la Agrupación. Durante el día de ayer, se procedió al desembarco de material con destino al Destacamento. Los barqueos deben continuar durante la mañana, procediéndose al despliegue por la tarde...

Comunicaron de Ushuaia que el GPS (Global Positioning System) destacado solo funcionaba en una frecuencia. Se procederá a dar instrucciones a las 20.00 horas al personal argentino...

Por la tarde, dependiendo de la meteorología, se procederá al despliegue de los equipos sísmicos del CSIC en la zona de Teléfono y Glaciar Negro. Para el despliegue se utilizará una "yamaha" y "zodiac", escoltadas por la "volvo", (son embarcaciones menores nombradas así por nosotros) quedando en reserva en el agua, otra "yamaha". Se fondeará el mareógrafo y desplegará en el refugio la estación meteorológica del Instituto Hidrográfico. A bordo deberán quedar las baterías que la Comisión Hidrográfica juzgue necesarias, incluyendo reservas"".
Al salir de guardia anoche, estaba todo cerrado en niebla y así ha continuado durante toda la noche, abriendo un poco de madrugada, pero quedando un tiempo muy frío y lluvioso. A consecuencia del viento reinante durante el día de ayer y la noche, garreamos un poco, variando el punto de fondeo, por lo que el Comandante decidió enmendarlo y levamos ancla para dar una vuelta casi en redondo, para volver a situarnos en el mismo sitio donde estábamos, ya que aquí, perder el fondeo, puede resultar un poco arriesgado y peligroso. Así que volvimos a fondear, no cogiendo el sitio exacto, por culpa del empuje del viento y teniendo que volver a intentar la maniobra por segunda vez, pero ahora abriendo un poco más el campo de acción de movimiento del barco para preparar mejor la maniobra, como así fue.

Volvimos a quedar fondeados, y a continuación se procedió al arriado de las embarcaciones menores, para continuar con las labores previstas para el día de hoy. Salí de guardia a las 11.00 horas de la mañana, pero seguí en el Puente porque tenía trabajo que hacer en el ordenador, y así estuve hasta las 12.30 horas en que finalicé mi labor. Luego estuve en el Comedor, viendo junto a otros compañeros un vídeo traído desde España por el personal de la Segunda Fase, que recoge todos los reportajes e imágenes más interesantes ocurridos durante el año 1989.

Esto nos vino bien, porque aunque tarde, nos enteramos de noticias acaecidas durante nuestra ausencia de España desde el 19 de octubre. Y más o menos, nos hemos puesto al día, en lo que se refiere a la finalización del año 89. Esperemos que de todo lo que haya ocurrido desde comienzos de año, nos enteremos pronto. Aunque la verdad, es que no sé cómo, porque las próximas estancias en puerto van a ser, para dejar desembarcado a todo el personal de la Expedición y luego, serán los puertos en que hagamos escala, en nuestra ruta hacia España. ¡Qué raro se me hace decir esto: "...nuestra ruta hacia España..."!. pero la verdad es que estamos tan lejos de nuestra Patria, que todo lo que oigamos sobre ella, nos resulta chocante, como si nunca hubiéramos salido de allí, y el estar aquí no fuera verdad; pero resulta que si, que es una realidad tan grande como la vida misma: nada más y nada menos que a ¡¡12.321 kilómetros de distancia!!.

Después de comer, me he ido durante un par de horas, a practicar deporte... el deporte nacional: ¡¡La siesta!!. Aprovechando que entro de guardia de 17.00 a 20.00 horas y después de haber hecho unos trabajos con el ordenador, me he puesto a escribir esta crónica.

De visita por las Bases Antárticas.
Se puede leer mucho durante todo lo que está relatado, que "trabajo mucho con el ordenador". Pero hay que explicar también, que aquí no existe -para nosotros-, ni los sábados, ni los domingos, ni los días de fiesta. Por lo que, siempre que haya algo que hacer, se hace; no a altas horas, pero si a cualquier hora del día, y da lo mismo que sea de máquinas, de cubierta, de Seguridad Interior, de Oficina... no importa, se hace y punto. Lo que pasa es que al montar las guardias en el Puente -donde está el "aparatito"-, pues aprovechan la ocasión de mi guardia para darme algún trabajo o dejarme algo para que no me aburra. Y la verdad es que muchas veces, se te pasa el tiempo de la guardia trabajando, aunque otras veces no resulta agradable el tener que trabajar con la "maquinita" a las 02.00, 03.00, 05.00... de la madrugada. O que después de salir de guardia nocturna, te hagan levantar a los tres cuartos de hora, para hacer cualquier papel, porque entonces si que te han fastidiado el descanso que te has merecido o que te corresponde.

Pero eso ya está arreglado y no hay problemas. 

Y pasamos a otro tema. Esta tarde, ha salido una embarcación con personal de la dotación, hacia el Refugio Argentino para ir de excursión a la "pingüinera"; como casi siempre, me ha tenido que pillar de guardia y no he podido ir, pero ya me tocará alguna vez antes de que nos vayamos de aquí (al menos eso espero). De todas maneras, cuando vuelvan, ya me enteraré de lo que han visto y me contarán que es lo que han visto, aunque prefiero verlo por mis propios ojos y experimentar las sensaciones por mi mismo.

A las 20.00 horas, salí de guardia y bajé a cenar, justo cuando vinieron los excursionistas, y lo que han visto, difiere mucho de lo que era el año pasado -según los que estuvieron aquí en la anterior Campaña, "los veteranos"-. Se metieron por dentro de una caleta que hay donde está la Base Argentina y desde allí y a pie subieron por una colina, para salir al otro lado de la isla que da al mar abierto, y fueron junto a la pingüinera, pero el llegar hasta allí, les costó bastante, porque la escalada no era precisamente un camino de rositas, y quien más y quien menos, se agotó bastante. Eso si, disfrutaron de lo lindo, viendo a los pollos de los pingüinos, ya bastante crecidos, mientras otros no habían salido de sus cascarones, pero no tiene nada que ver. Disfrutaron de lo lindo con los pájaros-bobo y a las 20.00 horas ya estaban de regreso a bordo.

También regresaron los hidrógrafos que llevan toda la tarde levantando puntos geodésicos en varios sitios de la Isla. Y a esa misma hora, más o menos fondeó cerca de nosotros el buque científico de Chile "Capitán Alcázar", que solicitó de nuestro Jefe de Agrupación una reunión de carácter científico, y de lo que hablaron se da por supuesto, porque yo ya no estaba en este mundo, sino en el de los sueños, descansando para estar en forma a las 04.00 horas de la mañana en que me vuelve a tocar la guardia.
En la Base de China y Japón (compartida por ambos países).